
El clásico del baloncesto adaptado, con equipos completos que despliegan estrategia y destreza en silla de ruedas. Con clasificación funcional para equilibrar habilidades, esta disciplina combina velocidad, precisión y espíritu competitivo en cada cuarto de juego.
Dos equipos de cinco jugadores compiten en una cancha de baloncesto. Los jugadores se clasifican según su grado de discapacidad, sumando los puntos de clasificación de los cinco jugadores en la cancha, con un límite máximo para asegurar la equidad.
Los partidos se dividen en cuatro cuartos de 10 minutos cada uno, con intervalos entre ellos. Un jugador debe driblar el balón después de dar dos impulsos a la rueda de su silla. Si no lo hace, se considera una falta de "avance". Un equipo tiene 24 segundos para realizar un lanzamiento a canasta una vez que toma posesión del balón. Las faltas se sancionan con tiros libres, dependiendo de la situación y el tipo de falta.